Yo es que... nunca comí en un chino, me da un poco de respeto...
Ya... pero es que si queremos cenar no nos va a quedar otro remedio.
¡Uy! ¡Si ahí hay una pecera con bugres! (Ojos saliéndose de las órbitas) ¡Vaaaamoooos!
Cenamos una ensalada, unos saquitos de marisco y... el postre no lo recuerdo... Pero esos saquitos de marisco me quedaron en la retentiva hasta hoy. Hasta hoy que les voy a dar salida, porque el reto de febrero de Film & Food trata de comida oriental, más concretamente de una receta oriental con algún ingrediente de temporada. Así que, como tengo tan buen recuerdo de esta receta, o dejo mi propuesta, un saquitos de marisco, ¿y el ingrediente de temporada? El puerro. La receta es de Gastronomía & Cía.
Espero que, aunque no os teletransporte al 2008 (que no estaría nada mal), os guste tanto como a mí.
Y Paloma, espero que te haya gustado esta dosis de recuerdos. Me he reservado el derecho de transmitir la esencia de nuestra conversación pre-chino, aunque las palabras fueran otras. Y tengo que decirte, aunque rompa la magia del momento, que... después de comer en unos cuantos japoneses en estos 4 años, podría asegurar, que aquello ¡era un japonés! Así que tenemos pendiente nuestra cena-china (vale que me hagas unos rollitos de primavera, jaja).

- 4 ó 8 hojas de pasta brick o pasta philo.
- 2 cucharadas de mantequilla derretida.
- 1/2 paquete de gambas peladas congeladas.
- 3 puerros.
- Dos lomos de rape.
- 6 barritas de surimi.
- 2 cucharadas de harina.
- 1/2 vaso de leche.
- Una pizca de nuez moscada.
Para la salsa:
- Un par de cabezas de gambas.
- 1 cebolla pequeña.
- 1 tomate pequeño.
- 2 dientes de ajo.
- 1 hoja de laurel.
- 1 chorrito de coñac.
- 1'5 cucharadas de maicena.
- Empezamos preparando la salsa. Para ello salteamos en una cazuela pequeña, con aceite de oliva, los dientes de ajo aplastados, pero sin pelar. Cuando empiecen a tomar color añadimos las cabezas de gambas, el laurel, la cebolla cortada en cuartos y el tomate en gajos. Sofreímos bien aplastando las cabezas para que suelten toda la sustancia. Añadimos el chorrito de coñac, salpimentamos y dejamos reducir. Añadimos dos vasos de agua, bajamos el fuego y cocemos media hora.
- Mientras preparamos el relleno. En una sartén con dos cucharadas de aceite de oliva salteamos el puerro picado pequeño. Cuando empiece a tomar color añadimos el surimi troceado, las gambas peladas sin descongelar, y los lomos de pescado, picados a mano no muy pequeños. Salpimentamos y dejamos sofreír hasta que el pescado esté hecho.
- Transcurrido este tiempo añadimos las dos cucharadas de harina, la nuez moscada y rehogamos bien para que no sepa a crudo. Vertemos la leche y mezclamos todos los ingredientes. El resultado será una mezcla espesa. Reservamos.
- Colocamos la salsa de gambas en un chino, presionando bien para que las verduras y las cabezas suelten todo su jugo. La salsa que obtengamos la ponemos en otro cazo a fuego medio y disolvemos la maicena, batiendo bien para que no queden grumos. Si nos quedan grumos pasamos por la batidora. Reservamos.
- Sacamos las hojas de pasta brick de la nevera justo en el momento de utilizarlas, porque si no se secan y pueden romper. Colocamos una o dos hojas y pincelamos con la mantequilla derretida (o aceite) para que sean más maleables. Colocamos dos cucharadas del relleno en el centro de las hojas y cerramos para formar un saquito. Atamos con cebollino o con un poco de puerro escaldado.
- Hacemos lo mismo con el resto del relleno y colocamos en la bandeja del horno forrada con papel vegetal. Horneamos a 210º unos 10-15 minutos, hasta que tomen color.
- Servimos los saquitos acompañados de la salsa de gambas.
